AL LLEGAR A CASA

INTRODUCCIÓN

Llegar a casa con los brazos vacíos es una sensación desconcertante; por un lado, salir del hospital puede ser un alivio (alejarse del lugar que trae tan malos recuerdos) pero a la vez se puede sentir como si la despedida del hijo fallecido fuese definitiva. 

Así pues, el hecho de llegar a casa sin el hijo es quizás uno de los momentos en que darse cuenta de la magnitud de todo lo que acaba de ocurrir. Y cómo afrontar este momento variará según cada persona: hay padres que les gusta que haya alguien de la familia con ellos, otros que prefieren estar solos, quienes quieren enroscarse juntos en la cama o en el sofá y simplemente estar… Quizá para algunos este momento a solas con su pareja y en la intimidad les da la oportunidad de llorar o expresar lo que sienten. 

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LA SALUD FÍSICA

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Es habitual experimentar los mismos síntomas físicos que aparecen en cualquier mujer después del parto. Sin embargo, la sensación física de haber parido sin tener al bebé es algo muy extraño y difícil de explicar, incluso puede haber madres a las que les desconcierte mucho su estado físico; esta sensación es completamente normal, pero es muy importante procurar que esto no impida el tomarse el tiempo necesario para recuperarse del embarazo y el parto.

Así pues, es importante prestar atención a los signos y síntomas que puedan aparecer durante el posparto, y realizar los cuidados físicos que se indiquen en el hospital por parte del médico y/o matronas tras el alta.

A continuación se explican brevemente algunos de los síntomas y signos que aparecen tras el parto con el fin de orientar qué se puede esperar durante este período a nivel físico. Evidentemente, esto no sustituye en ningún caso la información e indicaciones que el equipo médico proporcione tras el alta y durante todas las consultas que se puedan realizar en este período para resolver todas las dudas y consultas que puedan surgir.

LAS COSAS PERSONALES

Significado de las cosas

Cuando muere un hijo, las cosas personales se convierten en lo más cercano y palpable que se tiene de él, y son a la vez aquello que de alguna forma acerca a lo que hubiera podido ser y no ha sido, generando así un golpe de la realidad que se acaba de vivir. Sin embargo, sobre todo al principio, las cosas materiales del bebé pueden ayudar a que el vacío que se siente sea menos duro y pueden contribuir a afrontar la nueva realidad poco a poco. Con el paso del tiempo es más fácil darse cuenta que en realidad no son las cosas en sí, sino lo vivido lo que permanecerá siempre en el recuerdo. Y por tanto, lo que se busca es dar sentido a las cosas, ya sea aferrándose a ellas o soltándolas con un motivo.

¿Cuándo recoger sus cosas?

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Algunos padres prefieren deshacerse de todo lo antes posible, otros guardarlo para un siguiente bebé, otros esperar a ver lo que sienten con el paso del tiempo y decidir más adelante lo que quieren hacer con todo… No existe una opción mejor que otra. No obstante, al igual que no es bueno forzarse o presionarse para decidirse, tampoco es bueno no intentar hacer el esfuerzo. 

Quizás es mejor no tomar decisiones radicales sobre sus cosas e ir viviendo el proceso poco a poco, ya que se puede sentir la necesidad de retirar ciertas cosas al principio, pero en ese primer actuar es la emoción la que nos impulsa (igual más adelante apetece tener algún recuerdo suyo, por eso ayuda pensar en las consecuencias que tendrán nuestras acciones).

¿Con quién recoger sus cosas?

Recoger las cosas del bebé es un momento íntimo de aproximación a la realidad y de despedida, y por tanto uno de los momentos más dolorosos. Por esta razón es importante que nadie decida por los padres cómo y cuándo hacerlo. A algunos padres les gusta hacerlo con la pareja, a veces si hay hermanos pueden ser el motivo y apoyo en este momento. También se puede pedir ayuda a amigos y familiares, pero siempre sin presionar ni actuar en lugar de los padres.

Uno de los mayores inconvenientes que los padres pueden encontrarse al llegar a casa es que los familiares y/o amigos, a fin de querer evitar más sufrimiento, hayan guardado todo lo relacionado con el bebé: ropa, juguetes, cuna, etc. Pero la realidad es que esto sólo genera más dolor y dificulta la elaboración del duelo por convertirlo en “no autorizado”. Es por eso que no se recomienda deshacer o recoger nada hasta que los padres en duelo estén preparados para ello como parte del proceso, ya que todos los elementos que alguna vez pertenecieron al bebé sirven para elaborar recuerdos y el duelo podrá avanzar de forma natural a través de estos.

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