OTROS HIJOS

INTRODUCCIÓN

Muchas familias, al margen del hijo que han perdido, tienen otros hijos que también esperaban a ese bebé y a los que se debe explicar los motivos por los cuales su hermano no vendrá, o vino y se fue. La pérdida de un hermano que aún no había nacido es un tema difícil de explicar a los niños. Hay que tener en cuenta que cada niño, al igual que los adultos, reaccionará de manera distinta a la noticia. Por esto es importante darles su propio margen para que expresen su dolor y así autorizar su duelo.

Se puede pensar que a lo mejor los otros hijos son muy pequeños para entender lo sucedido pero seguro que se han dado cuenta de que algo iba mal; incluso los niños más pequeños se dan cuenta de los sentimientos de quienes los rodean. Por ejemplo, es posible que en estos momentos los padres estén alterados o distraídos mientras están con su hijo, o que hayan estado un tiempo sin verle debido a lo ocurrido. El niño necesita que se le asegure que todo irá bien, y hay que cerciorarse de que entiende que, aunque los padres ahora están tristes y durante un tiempo la vida no será como antes, a él le siguen queriendo.

Si la pérdida ha sido temprana es posible que el niño aún no fuera consciente del embarazo y lo que ello implicaba, pero si la pérdida se ha producido cuando el embarazo ya estaba avanzado y tenía expectativas sobre la llegada del bebé necesitará una explicación, que debe ser adecuada a su edad y comprensión. Debe saber que ha tenido un hermano, que ha existido, pero que ha fallecido. Es posible que se sienta culpable por la muerte, o que esté disgustado por haber perdido su rol de “hermano mayor” para el que se le estaba preparando.

Así pues, es importante compartir el dolor con los niños, preocuparse de que lleguen a comprender lo sucedido y de que sepan que no pasa nada por llorar o estar tristes. 

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A continuación se dan algunos consejos generales para explicar la muerte del bebé a los otros hijos y las reacciones que estos pueden tener ante la noticia. Sin embargo, los padres son quienes conocen a su hijo mejor que nadie y esto puede ayudar a decidir cuál es la mejor manera de decírselo y cuándo hacerlo.

RECOMENDACIONES GENERALES

Los hermanos sufren también la pérdida y su reacción depende de la edad, sexo, personalidad, lugar en la fratria, y la cultura y religión familiares. Sin embargo, más allá de las creencias religiosas que cada familia desee transmitir, hay verdades compartidas que no pueden dejar de decirse

Es importante señalar que cuando los niños no hacen preguntas acerca de la muerte de un ser querido no significa que no las tengan. Ellos perciben que formularlas abiertamente provocaría angustia e incomodidad en los adultos, por eso suelen formularlas cuando se sienten seguros para hacerlas. La verdad puede ser triste, pero ignorarla puede ser incluso peor. Los psicólogos recomiendan no mentir ni dar rodeos para hablar de la muerte. También afirman que los padres no deben disimular su tristeza y deben incluir a los hijos en el duelo. Pero se debe buscar un buen momento familiar para hacerlo, ya que tampoco es adecuado soltarlo a bocajarro.

Algunas recomendaciones generales para hablar de la muerte son: 

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Hay que evitar crear confusión, por ejemplo:

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

A continuación se describen algunas posibles respuestas convenientes a preguntas complejas que pueden realizar los niños sobre la muerte:

«Morir es terminar de vivir.» La muerte se puede explicar fácilmente en términos de ausencia de las funciones vitales que los niños conocen. Las explicaciones como «se ha ido», «está en el cielo», «lo perdimos» o «desapareció», no son tranquilizantes si no se les explica claramente que de lo que se trata es del final de una vida. 

Una buena respuesta tranquilizadora sería: «Yo no espero morirme en mucho tiempo. Espero estar aquí para cuidarte todo el tiempo que necesites. Pero si papá y mamá se mueren, habría muchas personas que te cuidarían: la tía, el tío, la abuela…». No debemos engañarles diciendo «cuando seamos viejecitos». Sabemos que lamentablemente no es siempre así. 

Esto dependerá de las creencias de cada uno, a la mayoría de los padres les gusta definir lo que es el cuerpo que dejó de funcionar y el alma que permanece en el corazón de todos los que quieren al bebé. En este caso es importante que cuidemos las expresiones a fin de que el niño no busque algo intangible como el alma en un lugar físico y concreto, temiendo su aparición. 

«No, no es como dormir porque cuando dormimos nuestro cuerpo funciona y está vivo, nuestro cuerpo deja de funcionar cuando morimos.»

La mayoría de los padres no saben por qué su bebé ha muerto y no pasa nada por contarle esto al hijo, ser honesto es mejor que inventarse algo.

Son preguntas difíciles de responder. No pasa nada por decirles que nosotros también nos hacemos las mismas preguntas, o que sencillamente no sabemos la respuesta. Es bueno que sepan que todos los seres tienen que morir algún día y que le ocurre a todo el mundo. 

Hay que tener en cuenta que el tema surgirá repetidamente, de la misma forma que los adultos se lo preguntan tantas veces. Los padres tendrán que responder las mismas preguntas concretas de su hijo una y otra vez porque él está luchando por entender el concepto de ausencia “permanente” o muerte del bebé. También podría preguntar cosas nuevas a medida que entienda más sobre la muerte. Es importante saber que el hecho de que haga la misma pregunta una y otra vez no se debe a que no se le explique bien a la primera sino que es algo normal. Será necesario responderle con toda la paciencia que sea posible.

LIBROS Y RECURSOS

En los siguientes enlaces se pueden consultar recursos en forma de libros y películas que pueden ser útiles para tratar la muerte con los niños y facilitar su comprensión (algunos de los recursos están dirigidos a los padres y otros directamente a los niños).

COMPRENSIÓN DE LA MUERTE POR EDADES

En los siguientes enlaces se encuentran explicadas las características que presenta cada grupo de edad en relación a la comprensión de la muerte, así como algunos consejos específicos adecuados a cada edad.

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Portrait of caucasian child of three years old looking at camera with shiny eyes on white background
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cute 6 years old boy drawing
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Portrait of attractive girl of 10-11 years old.
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Outdoor portrait of smiling teenager boy 14, 15 years old. City background, golden hour
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¿Qué significa ser un Bebé Arcoíris?

 Un bebé arcoíris es aquel que nace con vida tras una muerte perinatal. Se les llama así porque simbolizan la llegada de la calma, la luz, el color y alegría tras una tormenta o tempestad.

¿Qué podemos esperar según la edad?:

En los primeros meses y hasta los dos primeros años de vida, aproximadamente, no van a tener la capacidad de reconocer a su hermano como miembro de la familia, como persona física que existió, murió y no volverá. Mencionar con total normalidad su nombre, recordarlo/a, mostrarle sus cosas o pertenencias, e incluso enseñarle sus fotos, si disponemos de ellas, le ayudará a familiarizarse con la existencia de su hermano para posteriormente integrarlo y darle el lugar que le corresponde.
A partir de los dos años de edad puede empezar su curiosidad sobre la muerte y sobre lo que le ocurrió a su hermano/a, entonces trataremos de ser lo más honestos y sinceros posibles adaptando siempre el mensaje a la edad del niño.
Los niños pequeños no tienen la noción del tiempo desarrollada como un adulto y el pasado, presente y futuro puede resultar confuso. El hecho de que la muerte de su hermano/a ya haya ocurrido y sea irreversible puede llevar un tiempo de asimilación, pero lo lograrán con total normalidad conforme avancen en su desarrollo. Mientras tanto pueden surgir interrogantes y no debemos caer en metáforas o historias que disfracen una realidad y nos hagan enfrascarnos en un bucle de preguntas del que no podamos salir. Habrá que ser muy cautos en este aspecto porque de lo contrario podrían desarrollarse miedos e incluso fobias. A modo de ejemplo, si le decimos que su hermanito nació “dormidito” o que se durmió para siempre, el niño puede desarrollar miedo al sueño por temor a no despertarse más.
La imaginación del niño a menudo le lleva a tener amigos imaginarios para sus juegos, en los bebés arcoíris la figura de su hermano podría estar muy presente, aunque no tiene por qué ocurrir así, pero de ser, sería algo totalmente normal.

Recomendaciones:

- Normalizar sin forzar la situación y hablar con total naturalidad de que tiene un hermano que llegó antes que él/ella pero que murió y ya no está o no vendrá a casa.
- No esperar a un momento “determinado” o “adecuado” para explicarles lo que ocurrió, irá creciendo en el seno de una familia donde su hermano está presente al igual que él y lo irá asimilando e integrando de forma natural.
- Utilizar vocabulario adaptado a su edad pero sin evitar ninguna contestación, esto les hará sentir más seguros y tranquilos.
- Hacer partícipe al niño en fechas y acontecimientos especiales que involucren la memoria de su hermano (cumpleaños, aniversarios, 15 de octubre, navidades... ): se pueden hacer dibujos, manualidades, visitar el cementerio o punto de recuerdo, llevar flores, encender velas... Siempre explicando el qué hacemos y el por qué lo hacemos.
- Usar lecturas infantiles que ayuden al menor a acercarse al concepto de la muerte y la historia
de su hermano.

Objetivos:

- Ir solventando su curiosidad, siempre desde la naturalidad y sinceridad/honestidad.
- Compartir sentimientos/emociones.
- Hacerle partícipe de tareas que involucren la memoria de su hermano.
- Desarrollar una consciencia plena de la existencia de su hermano. Que el niño sea capaz, según su edad, de ir teniendo presente la realidad de su familia.

SABER MÁS

Para saber más sobre este tema se puede descargar el documento con toda la información más detallada a continuación.